Buscando y buscando por aquí y por alla dentro de la web me encuentro este listado de industriales de Aldeadávila de 1926 en el “Anuario industrial, mercantil y guía gráfica de la provincia de Salamanca”:
Viendo este listado no puedo menos que recordar el libro de D. Eusebio: “Mi Tierra: Las Arribes del Duero. Mi pueblo: Aldeadávila. Eusebio Ledesma Mieza: Recuerdos de mi niñez”.
Tanto en el libro como en el listado, tenemos el molino de D. Emilio, el secretario, que según nos contaba Eusebio Ledesma sirvió para dar luz eléctrica al pueblo en 1917, lo que fue un gran acontecimiento. Tenemos, entre otras, las almazaras de D. Luciano Pereña (el hombre que al más mínimo reproche decía “La murmuración pasa y el provecho queda en casa”) y la del tío Quico “el toledán” y la de “los pacotes”. También la ferretería del tío Manuel Andrés, o la casa de prestamos y venta de todo tipo de paños y tejidos de D. Alejandro González Fermoselle. Doña Ramona, la sobrina del Cardenal, también se menciona en el libro aunque no como titular de una prensa de aceite sino como sacristana de la parroquia, que guardaba en su casa las joyas que se sacaban en el Corpus.
Ni en el listado ni en el libro se menciona a D. Justo Hernández al que apodaban “tío tirantes” y que era el barquero antes de la crécida de 1909. Aquella crecida que, como sí describe con detalle D. Eusebio, se lleva la barca y la casa del barquero y el ayuntamiento tiene que encargar a D. Melchor, el carpintero, la construccion de una nueva.